martes, 21 de septiembre de 2010

Saint-Simon

SAINT–SIMON Y EL SOCIALISMO UTÓPICO O IDEALISTA

El socialismo utópico o idealista se supone una orientación positivista de la sociedad. El positivismo acompaña y provoca el nacimiento y la afirmación de la organización técnico industrial de la sociedad, fundada y condicionada por la ciencia. Tiene puesta toda su confianza en el hombre, el cual ha encontrado también su confianza en la sociología, en la ciencia, rechazando toda iniciación religiosa y sobrenatural. Este positivismo utópico se produce como fundamento de una renovación total en un nuevo orden social y religioso unitario, aunque no es materialista. Tiene varios representantes pero los que más se destacan son Saint-Simon y Proudhon.

Claude-Henri de Rouvray, conde de Saint-Simon:

El conde de Saint- Simon, fue un filosofo social que nació en parís el 17 de octubre de 1760 y murió en la misma ciudad, después de una agitada vida, el 19 de marzo de 1825. Fue alumno de D´Alembert. También fue soldado y participó en la guerra de independencia de los estados unidos, algo que influyó un poco también en su pensamiento. Después de un tiempo en España de 1787-1789, se adhiere la revolución, interviniendo también en temas políticos. En 1798 se propuso consagrar su vida a meditaciones filosóficas sobre la sociedad. Publicó su obra más importante en 1817: la industria. Y el nuevo cristianismo en 1825.

Su pensamiento tiene una fuerte influencia de los enciclopedistas, ya que percibe mucho la importancia de la ciencia, con pensamientos de la línea de Newton, entre otros tratando de sistematizar y clarificar las ideas, ocurriéndosele aplicarlas a los problemas sociales.

La idea fundamental de Saint-Simon es que la historia es dirigida por una ley del progreso, el cual aun no muy claro, está influenciado por períodos orgánicos y períodos críticos. La épocas orgánicas son aquellas solidas fuertes y las críticas son las que ponen en cuestión o formulan el cambio de la orgánica.

El hablaba de que su época se deberá convertir en orgánica, pero con una mirada total a la ciencia positiva, destruyendo ideas teológicas y metafísicas, con su progreso científico. En la cual el poder espiritual pertenecerá a los científicos “quienes pueden predecir un gran número de cosas”, y el poder temporal dice que deberá estar en manos de los industriales, “los emprendedores de trabajos pacíficos que ocuparan al mayor número de individuos”. También dice que los hombres no pueden ser felices “sino satisfaciendo sus necesidades físicas y su necesidades morales”. Y justamente a esto dice él, tienden las ciencias, las bellas artes y los oficios, y fuero de esto solo existen “parásitos y dominadores”

Habla también de que el nuevo cristianismo, debe ser la futura sociedad, que retornará a los inicios del mismo cristianismo, que tendrá como método la fraternidad universal, que “Dios ha dado a los hombres como regla de su conducta”.

Sus consecuencias se verán en una fuerte difusión en Francia, dándole dignidad filosófica al problema social, también contribuyó a darle más fuerza social a la ciencia y la técnica. Exalto también la actividad industrial. Sus ideas son bases de pensamientos como el canal de Suez y el canal de Panamá, campiñas contra el parasitismo y la injusticia, eliminando la propiedad privada además, revocar el derecho de heredad y la planificación de la economía tanto agraria como industrial. De él también surgen corrientes socialistas como las de Charles Fourier, el voluntarismo revolucionario de Louis Auguste Blanqui y el reformismo de Louis Blanc.

Por:Sebastián Múnera Medina

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